A Roger Adrián Arcata Rejas de 19 años le amputaron el brazo derecho luego de sufrir una fuerte descarga eléctrica en el cuartel Tarapacá el 21 de agosto del año en curso. Según su familia, por orden de sus superiores entró a una zona de alto voltaje a limpiar, sin llevar implementos de seguridad y cargando consigo una escoba con mango metálico.
Del hospital Arzobispo Loayza, en Lima, ahora se encuentra en el hospital Militar, actualmente bajo tratamiento tras ser colocado en la herida injertos de piel que aún su organismo no acepta del todo, necesitando asistencia en todo momento.
Candy Rejas, madre de Roger, informó que al consultar por la prótesis que va a requerir obtuvo como respuesta que «todo depende cómo ha sido el accidente y tiene que verse el parte». En tanto, le dijeron que las investigaciones en Inspectoría demorarían hasta dos años.
Sueños truncados.
Recordó que en 2022, Roger estuvo preparándose para la Policía, «yo quiero estudiar para ser oficial no suboficial». Con esas aspiraciones en 2023 le dijo «vas a estar orgulloso de mi, me han dicho que en el cuartel tengo que estar dos años para acumular puntos y postular», así se enroló con el sueño de ser el sustento de su hogar, pero a un mes y cinco de días de servir a la patria lo golpeó la tragedia.
Postrado en cama, el joven llegó a expresar sus deseos de no seguir viviendo diciéndole a su madre que la ha decepcionado pues ahora no podrá ser Policía como quería. Esto ha partido el corazón de la abnegada progenitora quien entre lágrimas recordó tal pasaje exigiendo justicia y a la vez comunicando que con mucho esfuerzo emocionalmente su hijo se encuentra estable.
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