La madrugada de este miércoles 17, la Policía del Departamento de Protección Vehicular (Deprove) allanó el predio ubicado en la manzana J, lote, 1, en la asociación Buena Vista, inmediaciones del terminal Collasuyo, en Alto de la Alianza, encontrando completamente desmantelado el carro robado al taxista German Jalanoca Cáceres (51) el 11 de marzo del año en curso.
«Canibalizaron» la unidad. El taxi yacía sin llantas posteriores, puertas, asientos, motor y capot delantero y posterior. Y conservando la placa Z5H-031 en la guantera, el código municipal MM-18832 y el casquete de empresa Inti hallado al interior, confirmándose así que se trataba del carro buscado.
Al interior, detuvieron a cuatro personas, dos varones y dos mujeres. Además de encontrar diferentes autopartes hasta en el techo de la vivienda y un televisor de gran tamaño en el patio.
Numerosos vecinos hicieron presencia, llegando también la cuñada del agraviado afirmando que este aún se encontraba en delicado estado de salud.
Pasada las 7:00 a. m. el chasis fue retirado del sector junto a los detenidos para ser trasladados a la unidad especializada para diligencias de ley. Destacar que, a la zona debió acudir la fiscal Mónica Feria pero al cierre del informe no llegó a participar de las acciones.
Taxista vive de milagro
A German Jalanoca Cáceres lo atacaron en banda en el cono norte. Dos varones y una mujer fingiendo ser pasajeros lo golpearon con un martillo en la cabeza y lo apuñalaron en el pecho, despojándolo de su única herramienta de trabajo, un carro rojo de marca Hyundai, modelo Accent y de placa Z5H-031.
Malherido fue ingresado de emergencia del hospital Hipólito Unanue y un día después de la cirugía, el director del nosocomio Edgar Concori concluyó que “se ha salvado prácticamente de milagro”. Y es que “la herida penetrante estuvo a cinco milímetros de ingresar al corazón”.
La familia realizó una pollada para solventar gastos a la vez de pedir incansablemente a la PNP recupere la unidad que era sustento del hogar.
Taxista vive de milagro tras ser apuñalado a milímetros del corazón
