Olver Meneses (20) y Julio Apaza (37) seleccionaban los materiales reciclables de un basural. La ardua labor y el calor del día los agotaba. De súbito, vieron una empanada. Sin pensarlo, la compartieron, aliviados, sin imaginar que tendría veneno para ratas.
Área de Emergencia del nosocomio Hipolito Unanue
Al promediar las 13:00 horas, Olver Meneses y Julio Apaza, integrantes de la asociación Remar, llegaron por su propia cuenta hasta el nosocomio regional Hipólito Unanue, aquejados por un intenso dolor estomacal y malestar generalizado.
A los médicos les dijeron que por hambre habían consumido una empanada y que desde entonces iniciaron los cólicos y el malestar del cuerpo. Fue obvio para ambos que la empanada era la culpable.
Los médicos los analizaron cuidadosamente y dictaminaron que Olver y Julio tenían los síntomas característicos del veneno para ratas.
A ambos se les practicó un lavado gástrico, para restablecer su salud. Por suerte, ahora su salud fue estabilizada y están lejos de riesgos.