Minor Vidal, así se llama el empresario boliviano que acapara prácticamente todos los titulares en su país, no sólo por ser el único en salir con vida del accidente de un pequeño avión sino porque sobrevivió tres días en la selva hasta que lo encontraron los equipos de rescate.
Sobrevivió a accidente de avión – Minor Vidal, con heridas graves y bebiendo su propia orina, sobrevivió 3 días caminando en la selva.
Tres costillas rotas, un pulmón perforado, un corte en la cabeza que le desprendió el cuero cabelludo y múltiples contusiones no le impidieron caminar durante dos días en busca de ayuda.
Era el único superviviente del vuelo de Aerocon que unía Santa Cruz (este) con la capital del departamento del Beni, Trinidad (noreste), cerca de donde se estrelló el martes pasado, en plena selva, a unos diez kilómetros de la ciudad.
Ocho personas murieron. El empresario fue el único en salir con vida del accidente. Bebiendo su propia orina y sin comer nada, consiguió aguantar hasta que fue rescatado.
Flecha con sangre
Vidal fue encontrado por una embarcación militar que navegaba en su búsqueda por uno de los numerosos ríos de la zona, afluente de la Amazonía.
El jefe de la misión de rescate, el capitán David Bustos, dijo que las búsquedas habían comenzado cuando encontraron que entre los restos del avión siniestrado sólo había ocho cuerpos.
Los oficiales relataron que cuando vieron Vidal pensaron que era un pescador, pero su insistencia en agitar una prenda para llamar su atención y su pésimo aspecto, les llevó a acercarse.
«Desde una distancia de varios kilómetros, vimos a un hombre en la orilla haciendo señales. Cuando vio que nos acercábamos se puso de rodillas y a dar gracias a Dios», relató Bustos.
Fue así que encontraron al único sobreviviente del accidente.
A los militares que lo hallaron, Vidal les relató cómo consiguió hacer un agujero en el fuselaje del avión para escapar.
«Nos contó que estuvo atrapado dentro del avión más de 15 horas, hasta que escapó y empezó a caminar. Sobrevivió bebiéndose su propia orina y el agua de una laguna», contó Bustos.
Según su propio relato, Bustos permaneció todo un día junto al avión, a la espera de los rescatistas.
Pero en vista de que no llegaban, decidió salir en busca de ayuda, no sin antes usar una camisa ensangrentada para dibujar una flecha en el fuselaje del avión indicando la dirección en la que emprendía la marcha.
Cortesía: BBC