Ebrio al timón es igual a peligro. Un taxi station wagon estuvo muy cerca de chocar contra un surtidor del gripo Petro Perú y ocasionar un incendio, a las 5 de la madrugada. Javier Rivera Mamani (27) impactó contra la berma de un grifo, asustando a los trabajadores griferos.
Embriagarse pudo costarle la vida. Javier Rivera Mamani (27) “taxeaba” en su station wagon (de placa Z1I-697) por la avenida Bohemia Tacneña a las 5 de la madrugada. El detalle era su ebriedad, que nubló su vista, al punto de chocar su taxi contra la berma del grifo de Petro Perú. El operario grifero vio con suma preocupación cómo el taxi se acercaba cada vez más al surtidor de combustible, que por su fragilidad e inflamabilidad, fácilmente pudo desencadenar un incendio y posterior explosión.
Aún preocupado, el operario grifero, Rubén Velásquez Clemente (28), llamó al número del serenazgo albarracino. Por suerte, el jefe de Seguridad Ciudadana, Luis La Rosa Huambachano y su personal se constituyeron inmediatamente para constatar la tensionada situación del grifo y del taxi, haciendo revisión de lo ocurrido y verificando el grado de riesgo que habría en el suceso. Aunque el taxi había entrado al grifo, no chocó a ninguno de los surtidores.
Los serenos dieron aviso al personal de Radiopatrulla, para que puedan revisar la situación del taxista, tan ebrio que ya no podía conducir su vehículo.
Policías y serenos comprobaron que no había riesgo en el surtidor del grifo, intacto. Pero el taxista ebrio, Javier Rivera Mamani (27), seguía privado y lamentó el incidente, tan cerca al grifo, un foco latente de peligrosidad, por su gran cantidad de combustible.
La ebriedad del taxista era tan evidente que no podía conducir su vehículo. Fue trasladado por los policías hasta la comisaría de Gregorio Albarracín Lanchipa.
Si bebes no manejes, la campaña gubernativa de “el amigo elegido”, ese que no se licorea porque será quien conducirá, parece que la lección aún no está aprendida por los conductores de nuestra región heroica.