Jaime Quispe Flores confesó que mató a su expareja Rosmery Yina Zapana Chaiña (33). A su salida de Depincri dijo estar arrepentido y pidió perdón a su hijo y familiares de la víctima. Luego, lo introdujeron a la patrulla para la reconstrucción de hechos ocurridos la noche del 11 de mayo del presente año, Día de la Madre, en la asociación de vivienda «Manhattan», oscuro descampado alejado del distrito Gregorio Albarracín.
«Pido perdón a su familia, a mis hijos», dijo a la salida de la dependencia policial.
Durante la diligencia en el Cono Sur de la ciudad, con frialdad mostró cómo siguió a su víctima mientras ella realizaba una transmisión en vivo por su red social de Tik Tok cuando volvía a casa con un pequeño regalo que olvidó en una tienda cercana. Él caminó tras ella por casi 30 minutos cargando en una bolsa un cuchillo recién comprado, ocultándose detrás de rústicas viviendas deshabitadas e incluso llegó a pasar por su lado sin ser notado pues ella estaba concentrada en su celular. Es así, que la cogió por la espalda siendo reconocido al girarse la víctima diciéndole «tú qué haces acá», ahí la degolló y la lanzó al piso donde la remató. «Todo fue rápido», aseveró a la vez de indicar cómo cogió el celular de la fallecida para metros más allá destrozarlo y dejar tirado los restos en el camino, así como luego enterrar el arma.
Las acciones de ley se realizaron con resguardo policial y en presencia de la fiscal Patricia De La Cruz quien a Radio Uno dijo que «lo hoy demostrado coincide con lo declarado» por este sujeto de quien afirmó actuó premeditadamente, pues el cuchillo era nuevo y durante el ataque llegó a cortarse un dedo por lo filudo que estaba. Incluso, antes contactó a la persona que realizó la mudanza de su expareja para así dar con su ubicación «él ha estado viniendo varias veces, tratando de ver donde vive hasta que ha visto a su hijo jugando y ya ubicó la casa. Sabiendo que la señora estaba viviendo con otra persona es lo que él no aceptaba», destacó la fiscal como móvil del crimen.
«Él ahora nos está indicando cómo llegó, cómo salió de su domicilio en Leoncio Prado, cómo llegó hasta el lugar, el tiempo que esperó, el tiempo que vigiló hasta tenerla frente a frente y poder darle finalmente muerte a la señora en un lugar oscuro, sin testigos, sin cámaras, pero gracias a Dios hemos podido obtener la verdad de los hechos», dijo la fiscal al mismo tiempo de advertir cadena perpetua y que la pena mínima por feminicidio es de 20 años de cárcel sin beneficio penitenciario ni terminación anticipada.
El feminicida fue detenido de manera preliminar, «tras información de testigo clave contactado en el caso» que permitió a la Fiscalía gestionar orden de captura ejecutada el viernes 18 en su vivienda ubicada en el sector de Leoncio Prado donde – confirmó la fiscal- corroboraron mediante peritaje presencia de rastros de sangre.
En su momento, la fiscalía destacó que en la muerte de Rosmery Yina Zapana Chaiña hubo ensañamiento, pues el cuerpo presentaba un corte en el antebrazo y cuatro en el cuello, uno de ellos el más profundo que iba desde la parte posterior de la oreja.
Policía femenina ayudó a recrear el asesinato
Feminicida vigiló a su víctima por casi 30 minutos antes de degollarla.
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