Los británicos habían decidido abandonar la Unión Europea pero en menos de 24 horas más de 3 millones solicitaron una nueva consulta. Para el economista Enrique Cornejo el repentino cambio de opinión responde a que Inglaterra, donde existe un nacionalismo muy fuerte, hizo pensar «equivocadamente» que la crisis acabaría si lograban retirarse del bloque comunitario.
Ex ministro de Transportes y Comunicaciones, economista Enrique Cornejo Ramírez.
Aunque el pasado 23 de junio la mayoría de británicos habían decidido abandonar la Unión Europea, en menos de 24 horas más de 3 millones solicitaron al parlmento un segundo referendo.
Fue el ciudadano Oliver Healey quien impulsó la petición que solo puede ser firmada por ciudadanos británicos o personas residentes en el Reino Unido.
«Nosotros, los firmantes, le hacemos un llamado al gobierno de su majestad para que implemente un decreto por el que si el voto por quedarse o salir (de la Unión Europea) es menor del 60% basado en una participación menor del 75%, debería haber otro referendo», se lee en la misma.
Para el economista Enrique Cornejo el repentino cambio de opinión responde a que Inglaterra, donde existe un nacionalismo muy fuerte, hizo pensar a la ciudadanía «equivocadamente» que la crisis acabaría si lograban retirarse del bloque comunitario.
«Hace ya muchos años existe un grupo con caracteres nacionalistas, chauvinistas, que están en contra de la presencia de Inglaterra en la Unión Europea, en la integración, y esto es porque en Inglaterra, mucho más que en otros países europeos, existe un nacionalismo muy fuerte, el orgullo ingles expresado de esa forma hace que muchos –sobre todo los sectores rurales, obrero industriales- no vean con simpatía la integración porque le atribuyen algunos de los problemas que la economía inglesa ha venido teniendo y por lo tanto equivocadamente han hecho pensar a muchos ciudadanos de Inglaterra, que si se salen de la Unión Europea esos problemas van a terminar», dijo.
DATO. La BBC informó que el referendo no es vinculante y la decisión final de abandonar o no la debe tomar el parlamento, pero los analistas coinciden en que sería suicidio político no obedecerlo.
Al mismo tiempo, si bien en su momento el primer ministro, David Cameron también aseguró que no se celebraría una segunda votación, la petición ahoratendrá que ser considerada por el poder legislativo porque superó el umbral requerido de 100.000 firmas.
De hecho, la solicitud está siendo canalizada a través de la página web del parlamento británico.
