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Con la captura de Abimael Guzman, el Perú se negó a someterse al terror

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Fue gracias al trabajo de inteligencia de la PNP que se logró su captura y condena a cadena perpetua.

Secretario adjunto de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), Miguel Jugo.

Un 12 de setiembre de 1992, fue capturado el mayor criminal de la historia del Perú, Abimael Guzmán Reynoso, líder del sanguinario grupo terrorista Sendero Luminoso, que desoló al país y ocasionó más de 31 000 muertes, según los datos de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. 

Han pasado 24 años desde esa histórica captura y para el Secretario adjunto de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), Miguel Jugo, la detención de Guzmán no significó otra cosa que la necesidad de los peruanos de vivir sin tener que someterse a la violencia y el terror. 

«Yo creo que lo principal es que el Perú se negó a aceptar una dictadura de un movimiento que se declaró por sí y para sí la regidora de los destinos del país y lo quería ejercer mediante la violencia, mediante el terror y de esa manera someterla (….) Y un segundo aspecto que siempre es importante señalar es que la estrategia asumida por el Estado, por la Policía Nacional que privilegió la inteligencia», señaló.  

Recordó que  mientras el encarcelado expresidente Alberto Fujimori se dedicaba a la tortura y desparición de inocentes, los agentes de la PNP hicieron un trabajó de seguimiento durante 5 años, llegando a la conclusión que «cortando la cabeza destruían al monstruo». Y es que Sendero Luminoso no tenía varios dirigentes «era un movimiento mesiánico y Abimael era la cuarta espada».

Es así que la acción de inteligencia -desde el 89 al 92- terminó por dar con su ubicación y captura para posteriormente sentenciarlo a cadena perpetua. 

«No se le aplico la pena de muerte, porque 24 años después de su captura, hubiese sido un mártir para algunas personas que todavía creen en la violencia, sin embargo ahora todos pueden verlo y saber que es una persona totalmente equivocada, que ordenó acciones abominables y que precisamente el país no quiso caer en sus redes», acotó.