El escritor puneño José Luis Ayala, considera que Cesar Vallejo le dedica varias de sus obras a Dios porque en su vida tuvo abuelos sacerdotes y aprendió a leer con la biblia. En su obra humaniza a Dios convirtiéndolo en parte del ser humano.
(Foto: internet)
El poeta Cesar Vallejo tiene una condición peruana a tal punto traducido a cualquier idioma, trasunta el dolor metafísico a través de sus expresiones y metáforas tan extraordinariamente logradas.
Hay un detalle en la vida de Vallejo que es muy importante y es que sus abuelos fueron sacerdotes españoles, de manera que cuando era niño su madre y padre se dedicaban a enseñarle a leer y escribir y una de sus primeras lecturas fue a través de la biblia. Ese es un asunto muy importante porque en la poesía de Vallejo hay mucha relación con Dios, los santos, la vida de Jesús, la forma de trascender de la vida humana, pero sobre todo hay en Vallejo la expresión del sufrimiento y la vida sobre el valor humano, señaló José Luis Ayala, en la revista Dominical “En el Juego de la Vida”.
Esa característica singular de Vallejo se trasunta especialmente en su compromiso político y social y sin duda alguna un libro extraordinario, donde el dolor triunfa sobre la muerte, la vida derrota al pesimismo, la democracia triunfa sobre el fascismo, la palabra triunfa sobre la mudes y el tiempo triunfa en la rotación de los círculos, es un libro extraordinario que se llama “España Aparte de mi este cáliz”.
El poema “Dios” de Vallejo ha sido y será uno de los poemas más celebrados, porque en ese poema el propio Vallejo siente que es parte de la creación humana y al mismo tiempo también siente que Dios no está de la forma exterior, no está en la atmosfera, no es una condición metafísica, sino una condición del ser humano. Por ese motivo, se le ha dicho a Vallejo y se le ha acusado de humanizar a Dios y a veces compararse con Jesucristo.
El poeta Trujillano, no solamente es el poeta que expresa la forma de vida humana, sino que además humaniza a Dios, convirtiéndolo en parte del ser humano. Esta forma de expresarse de Cesar Vallejo, alcanza una de los niveles más extraordinarios a lo que a metafísica se refiere.
José Luis Ayala
Nació en Puno, Perú, el 24 de septiembre de 1942. Pertenece a la nación Aymara. Poeta, escritor, periodista y promotor de la cultura Aymara. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Ecole Practique des Hautes Etudes de Paris. Se ha desempeñado como periodista, maestro y literato.
Ha publicado entre otras obras: Celebración del universo (1976); Pachamama (1986); Carta de residencia (1987); Lupigramas y Solemas (1990); El cholo Vallejo (1994); Sinfonía al señor de Sipán (1994); El poeta en Tlatelolco (1998); El puma plateado (1998); Carlos Oquendo de Amat (1998); Ojos de vicuña (1999); Eternidad de Manuelita Sáenz (2001); Cábala para inmigrantes (2003); Tiempo al tiempo sideral (2004); Celebración cósmica de Rita Puma (2005); Tanto y después de todo (2005); Papel de viento; lo han matado (2005); Wancho Lima (2005), Morir en Ilave (2005); El presidente Carlos Condorena Yujra (2006); El libertador entre el amor y la guerra (2007).
En 1990 recibió el Primer Premio de Poesía e Identidad Nacional, César Vallejo, otorgado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONCYTEC, Lima. También ha merecido los premios: Primer Premio Poesía Sur Peruana (1967), Primer Premio de Literatura Popular (1990), Premio Internacional de Poesía, DIP, Paris (1964). Ha escrito poesía infantil, poesía bilingüe aymara – español, narración y ensayo; ha escrito poesía suscrita dentro de la vanguardia.