En el día 13 de la desaparición de Priscila Bravo Álvarez de 26 años de edad, su pareja Benjamín Batallanos Álvarez (55) contó su verdad a través de Radio Uno al ser considerado en el caso como principal sospechoso por ser la última persona que tuvo contacto con la madre de sus dos hijos.
El hombre ratificó la versión que dio a la Policía. Aseguró que el viernes 29 de abril de 2022 estuvo junto a Priscila y su hija en Calana y que ella salió de la propiedad familiar a fin de realizar una recarga de saldo para su celular. Al día siguiente se percató que la joven no retornaba decidiendo marcharse en busca de su hijo a quien pidió contacte vía celular a las amigas de su madre.
“Hemos estado lavando ropa, hemos alistado las ollas para trabajar en el mercado y estábamos ahí en la tarde recogiendo la ropa; entonces faltó gas para darle a la niña y entonces dije voy a comprar un balón de gas, me fui, regresé y ya estoy con la niña y ella me dijo recibí una llamada y me dijo voy a hacer una recarga, le dije no te demores mucho y transcurrida las horas me quedé dormido. Ya no venía, no venía, ya me preocupe y entonces me voy para abajo porque a mi hijo lo dejamos solo en el departamento ya me baje a eso de las 5 a 6 de la mañana cuando mi hijo se iba al colegio”, relató.
Alegó que, por estar ocupado con sus hijos acudió a denunciar la desaparición recién el lunes 2 de mayo, pero “me doy con la sorpresa que una amiga estaba poniendo la denuncia” en la comisaría de cono sur. Afirmó que los agentes le indicaron que solo recibirían una denuncia y que debería ir a la comisaría Gonzales Vigil a interponer lo ocurrido como abandono de hogar lo cual se concretó tras un segundo intento debido a que no recepcionaron su caso por falta de tiempo.
“La misma amiga que ha denunciado le dijo (a Priscila) tienes buen cuerpo, sí la puedes hacer”, reveló Batallanos como parte de las conversaciones de WhatsApp que su pareja sostuvo antes de la desaparición. A la vez, destacó que dicha amistad comentó a Priscila la existencia de un trabajo que ofrecía un sueldo de 1500 soles semanales por atender a hombres o estar de cajera, al parecer en un local nocturno.
“Yo pienso que habrá conocido a alguien, alguien habrá contactado, pero sí me estaba diciendo el 1 de mayo te voy a dejar a los hijos, voy a trabajar que apóyame en eso. Normal le dije, si vas a trabajar, trabaja en un sitio que es sano (…) debe ser alguien que la está reteniendo, no sé, yo también la estoy buscando”, comentó.
Para Batallanos, incluso las amigas de Priscila podría tener mayor información pues afirmó que la joven “varias veces se ha perdido (…) a mis hijos se los llevó 4 días y apareció diciendo que estaba con sus amigas. Sus amigas deben saber a qué discotecas iban, con qué gente tomaba, con qué gente se relacionaba”.
Admitió que Priscila lo denunció por violencia familiar, “sí, pero después hemos estado en buena relación” , “tengo un video donde estaban jugando los niños, estábamos bien. Las amigas le han metido ideas en la cabeza para salir a trabajar, que están ganando 1500 soles cada quince días”, agregó.
Afirmó que viene colaborando con la Policía Nacional e incluso en contacto con familiares en Moquegua a pedido que le notifiquen si ven a Priscila. Pero es durante las diligencias que supo de la existencia de un número de celular nuevo con el que contaba Priscila y que era de conocimiento único de su hijo y cuyo “WhastApp se prende y se apaga”.
Mencionar que, el hijo de Priscila fue sometido también a interrogatorio que duró 4 horas. Batallanos solicitó a Priscila regresar a casa “los niños la extrañan, preguntan y yo les digo ya va a regresar tu mamá”, comentó.
