Guardaron silencio. Los ocho personas detenidas en operativo contra la receptación de celulares no revelaron identidad de proveedores quedando en calidad de citados por disposición de la fiscal Mónica Feria.
La PNP incautó el 20 de julio 510 celulares tras intervenir ocho puestos del centro comercial 2001 conocido como «cachina». La mercadería no contaba con documento de legal procedencia siendo detenidos a la vez Keiko Irene Mamani Ordoñez (26), Rubén Quispe Condori (43), Juan Andrés Anahua Churacutipa (48), Liliana Sosa Candia (25) natural de Paraguay, Willy Huanca Mamani (29), Betho Mamani Ríos (50), Elizabeth Cruz Apaza (32) y Santiago Quispe Galindo (51).
El jefe de la Dirección de Orden Público informó a Radio Uno que, de los más de 500 equipos, «74 figuraban como hurtados, robados (…) y el resto se presume también que provengan del mismo ilícito penal en la modalidad de receptación». Se sumaron también «5 tablets y 1 laptop».
Mientras el grupo aún permanecía en la comisaría del distrito Alto de la Alianza, el Coronel Vilca instó a la población a no comprar «celulares manchados de sangre». E invocó a acudir a la dependencia a reconocer entre lo recuperado equipos robados.
PNP pide a población no adquirir «celulares manchados de sangre»
