Fue la psicóloga Andrea Montero quien en entrevista con Radio Uno enfatizó que la sociedad se encuentra, dentro del proceso de duelo, en la etapa de aceptación debido a que luego de casi 3 años de pandemia las personas pueden «cerrar ciclos» al asistir a los cementerios y, independientemente de la religión que se profese, puedan ser conscientes que «su familiar ya no está», señalo Montero.
MUERTE
La concepción de la muerte ha variado después de la pandemia Covid-19. Para la especialista es el «proceso de duelo que se ha visto afectado pues durante el confinamiento la última imagen que vimos de nuestros familiares es salir de nuestras viviendas en emergencia», expresó.
«Es el primer año en que podemos vivir abiertamente nuestro duelo», expresó Montero referente a que el proceso de duelo durante la pandemia fue afectado a comparación de años anteriores. Desde el conocimiento del fallecimiento de alguien, las diligencias para el sepelio, el velorio, el entierro; fue durante la pandemia que las personas solo pudieron reconocer a sus familiares en «una desagradable bolsa negra», agregó.
RESILIENCIA
Para la psicóloga Andrea Montero la presencia de familias enteras a los camposantos es para «cerrar este duelo y terminar de entender, más allá de las costumbres, el dolor que esa persona ya no está», señaló.
Será el acercamiento a los cementerios el que brinde la calma emocional que muchas personas están buscando para que terminen de entender que sus seres queridos ya no comparten su presencia en el plano terrenal.
LLORAR
Muchas personas aun continúan con al pensamiento que llorar es señal de debilidad, pues para Montero no es así. El derramar una lágrima por nuestros seres queridos es reconocer que esas personas fueron importantes para los deudos.
«Estamos creyendo que el estar eternamente bien es siempre sonreír», enfatizó.
La introspección es necesaria pues ayuda a las personas a comprender sus sentimientos y poder trabajar con ellos. La intervención psicológica es necesaria cuando el estado de ánimo melancólico interfiere con las actividades y metas que los deudos tienen.
POSPANDEMIA
Luego de la pandemia, la manera de interactuar entre la familia y el entorno ha variado enormemente pues antes del confinamiento las personas solían saludarse de abrazo demostrando cercanía y alegría, ahora solamente extienden sus puños en señal de respeto.
«Estamos separándonos físicamente del entorno y esto va a generar problemas entre las relaciones interpersonales y el entorno», señaló la especialista. Así también señaló que para el 2023 se verán las repercusiones de este comportamiento.
Será en la familia donde, con buenas bases de trabajo emocional, se pueda contemplar la oportunidad de construir una sociedad más saludable y cooperativa.