El centro poblado de Mirave, a cuatro años de un segundo huaico que lo dejó en ruinas, se luce hoy como un monumento a la desidia del Estado.
El 8 de febrero de 2019, lodo y piedras dejaron a su paso muerte y desolación, que aún traen tristeza en los damnificados al verse viviendo en situación precaria pese a que rápida ayuda les fue prometida incluso por el presidente de aquel entonces, Martín Vizcarra, quien arribó a la zona de desastre colocando los ojos del país en el poblado ubicado en el distrito de Ilabaya, en la provincia Jorge Basadre.
El desastre dejó más de 400 familias afectadas y dos fallecidos, entre ellos el niño Josef López Sacari. Su padre lo recordó entre lágrimas durante la ceremonia realizada en Alto Mirave, zona en cerro que alberga actualmente a la población en módulos que se han convertido en hornos durante el verano, y asentados un grupo desde 2015 cuando un primer huaico golpeó al lugar.
«He llevado un dolor profundo hasta hoy, cada nada los niños que veo, es mi hijo que está caminando. Pero señor alcalde yo quiero reclamar justo y razón, si que han venido las autoridades y no cumplieron (…) lo que vamos a necesitar acá, hasta cuando vamos a tomar esa agua de cisterna, nos falta las calle, donde yo vivo es oscuro ¿hasta cuando estaremos así? yo lo veo, las autoridades entre ellos y se miran y se dan la espalda», expresó el padre de familia, Stalin López Jora.
Previo, se izó el pabellón a media asta y una ceremonia en la plaza Guillermo Miller y paraliturgia en la iglesia. Fue reclamado que, si bien fueran habilitadas piletas públicas, estas traen consigo agua de río sin tratar que sirve únicamente para lavar y regar algunas plantas. Es por ello que, deben esperar a que dos veces por semana llegue una cisterna trasladando agua para consumo humano. Además de no contar con servicio de desagüe.
El alcalde de Ilabaya, Juan Ordoñez Miranda, en su primer mes de mandato, expresó estar preparando un informe de los 100 días de gestión para informar a detalle el estado en el que encontró el municipio y porqué su antecesor no asistió a Mirave, pese al gran presupuesto recabado por canon minero. Siendo así, lamentó que a la fecha no fuera concretado el reasentamiento que corresponde.
«El reasentamiento tiene tres procesos, dentro de los cuales nos encontramos en etapa final donde la PCM (Presidencia de Consejo de Ministros) aprobó la solicitud y ahora sigue solicitar al Ministerio de Vivienda la aprobación de habilitación urbana (que demora un aproximado de 6 meses) posterior a ello estaríamos expeditos de poder realizar todas las inversiones necesarias de servicios básicos que necesita Mirave», mencionó a Radio Uno.
La autoridad aseguró que su gestión viene trabajando el expediente técnico para el proyecto integral de agua potable que abarcaría desde el sector de Chululuni, Chejalla, Ilabaya y Mirave, que estaría llegando preciso para cuando se esté aprobando la habitación urbana.
Pese a ser una zona de alto riesgo y haber soportado un primer huaico en 2015, autoridades no invirtieron en prevención construyendo en Mirave un moderno coliseo que hoy se luce inservible, conservando aún lo que fue el ingreso del lodo aquella tarde del 8 de febrero de 2019.