En zona de posible tragedia se ha convertido el frotis del colegio Rebeca Martínez de Sánchez, en avenida Celestino Vargas, distrito de Pocollay, luego que el municipio de la jurisdicción hiciera tres forados en pista dejando expuesto un canal del río Caplina.
Cintas de seguridad rodean la obra sin terminar, a pasos del plantel de nivel primaria ubicado en la urbanización Caplina. Esto ocurre desde el 12 de marzo tras un desborde por atoro que motivaron trabajos para solucionar el colapso.
Según la profesora Leticia Medina, directora de la institución educativa, por unos días estuvo el desmonte interrumpiendo el paso debido a que «no había presupuesto para la limpieza».
«Luego vinieron los de la Junta de Usuarios a retirar el desmonte y los niños ahora corren el riesgo de caerse porque no sabemos hasta cuándo vamos a estar en esta situación», aseveró.
Son albergados 170 menores en 9 aulas. Y para protección de los mismos, se ha dispuesto que los padres de familia acudan cada día a salida de clases hasta que se solucione el tema.
«Pero hay niños que se van solos y por más que se les concientiza tenemos miedo que pueda ocurrir algún accidente», advirtió.
