«El caso de Toledo desde el punto de vista político es vergonzoso y condenable. Y para el país, algo doloroso que otro presidente de la República u otro ex presidente vaya a prisión«, expresó este sábado 22 el ex premier Pedro Cateriano a razón de que el ex mandatario Alejando Toledo se encuentre en espera de ser extraditado a Perú tras entregarse a la justicia de Estados Unidos el viernes 21, en atención a distintos procesos judiciales por millonarios sobornos, según la Fiscalía, provenientes de Odebrecht.
En conversación con Radio Uno, Cateriano expresó que «desde el punto de vista del derecho, es un caso penal muy sólido» pues «desde el análisis de la figura del delito de lavado de activos es el caso que Fiscalía y Poder Judicial han logrado construir y sustentar, razón por la cual la situación de Toledo es absolutamente indefendible desde el punto de vista legal».
Lamentablemente «el uso de la mentira ha sido un rasgo distintivo no solo de Toledo, sino de otros presidentes». Siendo así recordó que Alberto Fujimori y Pedro Castillo ya están – en el caso de Fujimori- con una condena y – en caso de Castillo- en prisión.
Siendo así, «el caso de Toledo es simplemente la reiteración de una conducta delictiva y a lo largo del tiempo ha tratado de usar la mentira para defenderse, pero ya es una persona que carece de credibilidad y confianza. La entrevista que dio a la Agencia EFE reflejaba un estado patético y abrumado por las graves imputaciones penales contra él», dijo.
Una vez en territorio peruano, Toledo sería trasladado en helicóptero desde el aeropuerto Jorge Chávez al penal de Barbadillo en donde también están recluidos los expresidentes Alberto Fujimori y Pedro Castillo.
«Va a ser muy difícil que determinen un arresto domiciliario (para Toledo). Él ha tratado de asemejar su situación a la de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), pero es totalmente diferente. Con todos sus defectos PPK no era un contumaz, siempre dio la cara nos guste o no. En el caso de Toledo, huyó del país, técnicamente un prófugo de la justicia porque lo que correspondía era de que si la justicia lo requería viniera», manifestó.
Ya no es un defensor de la democracia
Para Cateriano nada queda del Toledo que enarbolaba la lucha contra la corrupción en una marcha denominada «Los cuatro suyos» en los años dos mil.
«Hay que calificar a Toledo como un traidor a la democracia. Él no es un defensor de la democracia, eso quedó de lado con los actos ilícitos que ha cometido, más aún teniendo en cuenta que él enarboló la lucha contra la corrupción cuando fue candidato y creo que esa fue una de las razones por las cuales al margen de virtudes y defectos de Toledo la gente lo apoyó».
Pero «el hecho de que al poco tiempo en el poder estuviera imitando la conducta de Fujimori y Montesinos resulta pues algo condenable e imperdonable, por esa razón creo que la figura de Toledo está absolutamente destruida y no tiene ningún apoyo«, sentenció.