Seguido al Día de la canción criolla y noche de Halloween que prácticamente se adueñó del centro cívico de Tacna el 31 de octubre, se conmemora el Día de todos los Santos que da vida a los cementerios. Familias enteras visitan a sus difuntos, en algunos casos llevando las tradicionales «tantawawas», panes preparados especialmente como ofrenda en el altar en saludo al fallecido. También son ofrecidas frutas, caramelos y otros productos que pudieron en vida agradar al ser querido.
Flores naturales de todo precio y aquellas armadas de papel o plástico en corona son también puestas en los nichos aprovechando, en el caso de Tacna, que no hay restricción por dengue que, antes prohibía empozar agua en jarrones por ser considerado caldo de cultivo para el mosquito transmisor.
Ante la masiva llegada de visitantes, en el cementerio general Presbítero Ramón Sors de Tacna, fueron cerradas las calles Patricio Meléndez y Centenario y avenida Industrial, permitiendo únicamente acceso peatonal y mejor desarrollo de la misa de este miércoles 1 que inició a las 10:00 a. m. en el frontis del servicio funerario de la Beneficencia con presencia – este año- del rector de la Catedral, Nicanor Menéndez.
Igual escenario se mostró en el cementerio municipal de Pocollay. Visitantes y gran número de comerciantes desde tempranas horas llegaron al campo santo que – según información recabada en el lugar- alberga a 9546 difuntos, en nichos 700 y sepultura en tierra 8846. Aquí la misa también inició a las 10:00 a. m. y la atención es igualmente hasta las 6:00 p. m.
Menor afluencia se observó en el cementerio municipal del distrito Gregorio Albarracín ubicado en cercanías a Valle 200, una de las zonas más alejadas del cono sur de la ciudad. La poca presencia de visitantes se debe a que este recinto fue inaugurado en fecha reciente, no obstante el ánimo de familias por saludar a sus difuntos fue el mismo, llevando flores y otros presentes que pudieran hacer llevadero el recuerdo de la pérdida.