Para el exintegrante de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP), Jorge Torres Jiménez, las normas actuales que limitaron la capacidad investigativa de la Policía han convertido a la institución en un almacén de archivos, con efectivos adormitados frente al papel del Ministerio Público.
El también coordinador de la Junta Vecinal de Seguridad Ciudadana de la J.V. Miller señaló también que al estar la Fiscalía por encima del proceso de investigación, la policía, a través de la Divincri, ha dejado de lado su preparación para hacer frente a casos que necesitan investigación.
“La Divincri ha pasado a ser solo un archivo de documento, los policías que fueron enseñados a investigar, no lo hacen, no lo hacen porque creen que el fiscal lo investiga todo, desde el seguimiento, la vigilancia, el acopio de indicios, observación, amanecerse, eso no hace el fiscal, el fiscal conduce la investigación, es el ente jurídico, quienes son los fiscales, son abogados egresados de un claustro universitario, los detectives egresamos de una escuela, de academia”, refirió.
Destacó que frente a la preparación que tienen los fiscales como abogados dentro de las aulas universitarias, el policía, en sus mejores tiempos, se preparaba en investigación pura, fundamentos metodológicos, medicina forense, legal, idioma, psicología, criminalística, control de disturbios, estudio de masa, entre otros, que difícilmente se enseñaría en las escuelas de Derecho, remarcó.
Sobre la iniciativa a través del Congreso que busca devolver la capacidad de investigación a la Policía, señaló que lo primero que se debe realizar es reactivar las escuelas de investigación criminal, con el que los efectivos adquirirán su olfato frente al delito. A partir de ello “se puede pelear para que se pueda devolver la capacidad de investigación a la policía”, insistió.
Otra garantía de seguridad que reflejaban los efectivos de la Policía, era el respaldo que tenían muchos de ellos al provenir de familias ligadas a la institución. “Antes a la guardia republicana, la PIP, nos hacían un filtro para entrar, nos tomaban un test psicológico, además teníamos familiares, teníamos un respaldo moral, ahora ya no hay mística, hoy la mayoría entra a la Policía para tener su carro, para tener su logotipo de Depolfis, Divandro, Divincri”, lamentó Torres.
Recordó que ser policía es hacer un apostolado, con horario de ingreso pero sin horario de salida. Indicó que esos puntos difieren muchas veces de los que actualmente realizan labor de investigación dentro de la Fiscalía y con los nuevos elementos que ingresan a la Policía Nacional del Perú acostumbrados al horario de oficina.
con su dinero han construido la escuela, tradición
central operativa en av españa sigue
lo unico que queda son las divincri
es lo que pudiera ser lo que fue la pip, pero como el mundo es cambiante, qué pasa leyes cambian, instituciones tambuén