Frente al ataque que realizó Irán con cerca de 200 misiles balísticos contra las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén este martes, para el excanciller, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, el ataque supone una escalada del conflicto en Medio Oriente, con dimensiones que podrían recrudecerse.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán dijo en un comunicado que el ataque se enfocó en objetivos militares y de seguridad israelíes y fue en respuesta a la muerte del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y otros.
El diplomático sostuvo que pese a que Israel contuvo más del 90% de los misiles con su sistema militar, la situación deja abierta la posibilidad de que exista una contraofensiva y ello pueda significar una conflagración que podría culminar con el uso de armas nucleares por parte del estado islámico.
“La posibilidad de que Israel responda es casi seguro, no se quedarán de brazos cruzados; ahora, Irán no es un estado cualquiera, es un estado islámico más poderoso de medio oriente, no son árabes, son persas, pero no hay duda que son poderosos, además el tema nuclear, Irán tiene poder y material nuclear, cuidado con eso”, mencionó.
Indicó que más allá de que los misiles hayan sido interceptados por Israel, lo que preocupa es lo que pueda hacer Irán con su arsenal nuclear. “Israel va contratacar con mucha fuerza sobre Irán, la contra respuesta de Irán podría ser no convencional y se espera que no pase eso, la presión está en la puerta del abismo”, agregó.
Rodríguez Mackay es consciente que más allá que los organismos internacionales, son los actores claves, como China, Rusia y EE.UU., quienes tienen que jugar un papel importante en la situación. Pese a que Irán maneja cierta independencia frente a las potencias que abastecen su arsenal militar, es necesario, reafirmó, la importancia de que se dé un proceso de negociación.