Hace 200 años, un 9 de diciembre de 1824, el Ejército Unido Libertador del Perú, al mando de Antonio José de Sucre, se enfrentó a las tropas realistas en la Batalla de Ayacucho, consiguiendo una victoria que selló la gesta emancipadora de nuestro país y de la América del Sur, lo que determinó el fin del imperio español en la región.
La victoria patriota en Ayacucho no solo aseguró la libertad del Perú, sino también de todo un continente, representando un sueño compartido: la emancipación de América del Sur. No obstante, para el periodista Gastón Gaviola; autor del libro «Ayacucho: La batalla final por la independencia del Perú», a la fecha el escenario es ni independientes ni unidos como nación.
«(…) no somos enteramente independientes, y es más con el tema de la globalización ningún país es absolutamente independiente ni económica ni socialmente. Acabamos de tener el APEC por ejemplo, imagínate que Europa o China cierren sus mercados a los productos peruanos, nuestra economía se iría a pique porque no somos autosustentables (…)», comentó al mismo tiempo de indicar que por ese lado no podemos decir que somos un país 100% independiente «necesitamos préstamos del Fondo Monetario Internacional, la banca europea».
Y durante finales del siglo XX se nos impuso condiciones políticas porque al estar nuestra economía colapsada pedíamos préstamos. Así recordó la tesis del pago del 10% de la deuda externa que impuso Alan García en su primer gobierno «y decían ok, yo te presto plata, pero necesito que tu gobierno haga esto y esto, y cuando una entidad a cambio de dinero te pide que hagas A o B o C, tampoco estamos hablando de un país 100% independiente», agregó.
Además a esto, coincidió con que no hemos sido capaces de formar una verdadera nación. Ejemplo de esto es ver aún desde provincias a Lima como la meca del progreso, pese a la inseguridad imperante.
«Sí somos un pueblo solidario, multicultural sí, pero nos falta muchísimo. Yo me remito a las pruebas; acabamos de pasar por una pandemia de salud horrorosa que nos ha costado la vida de miles de peruanos, y ¿Qué paso? un tapabocas que costaba cincuenta céntimos en las farmacias lo empezaron a vender a seis soles, un balón de oxígenos que pudiera costarte cien soles lo llegaron a vender a ocho mil soles ¿entonces de qué solidaridad hablamos? cuando hay una desgracia en vez de que el país se una tratamos de sacar provecho, ¿sacar agua para nuestro molino?».
Así, exhortó a que la Batalla de Ayacucho, estos 200 años, «nos sirva para reflexionar de que mucho nos llenamos la boca de que somos un gran país y todo, pero nos falta mucho desde que tiramos un papel por la ventana del bus a la calle o que orinamos en un poste, en un parque, nos falta muchísimo me parece».
Gastón Gaviola como difusor histórico es también autor de los libros «Perú Batalla 1» y «Perú Batalla 2», en este último dedica un capítulo entero a Tacna. Para buena noticia de sus lectores, confirmó que actualmente se encuentra preparando algunos textos, que de cobrar forma podrían dar paso a «Perú Batalla 3».
