En todo un acontecimiento histórico se convirtió el arribo del presidente Ollanta Humala Tasso hacia el distrito San Cristóbal de Calacoa, provincia de Mariscal Nieto, departamento de Moquegua, donde hace 11 años fue cobijado por los pobladores ante la persecución militar que había ordenado el entonces presidente Alberto Fujimori Fujimori.
Ollanta Humala en Calacoa – Moquegua
Desde muy temprano, los comuneros de las localidades de Carumas, Cuchumbaya, Omate, entre otras se concentraron en Calacoa y el anexo de Bellavista aguardando la llegada del ahora presidente de la república Ollanta Humala, quien un 29 de octubre del 2000 llegó de manera intempestiva sorprendiendo a los mismos pobladores quienes no dudaron ni un solo instante en brindarle toda su hospitalidaridad.
El presidente de la república, acompañado de la primera dama Nadine Heredia, aterrizó en el estadio Barrio Azul al promediar las 14:00 horas y de ahí, resguardado por su comitiva recorrió las principales calles del distrito de Calacoa a paso de trote hasta llegar a la explanada donde estaba levantada el estrado principal para la ceremonia y que dicho escenario fue mudo testigo del momento en que el comandante Humala depuso las armas y se entregó a la justicia militar.
Ya en el estrado principal, el presidente de la república recordó con nostalgia aquella fecha “Hoy día rememoro con nostalgia aquél 29 de octubre del 2000, y rindo tributo a los reservistas, hombres y mujeres que se pusieron de pie y marcharon por todas estas zonas alto andinas, en número de hasta 4 mil, que se instalaban en cada pueblo, y preguntaban dónde está el Comandante, para ponernos a su servicio”, expresó dirigiéndose hacia los miles de pobladores quienes emocionados escuchaban el discurso del mandatario.
“Así regreso a esta tierra bendita, de la cual me considero parte, hijo, porque ustedes me adoptaron en los momentos difíciles, aquí me alimentaron y me protegieron, he dormido en sus cuevas, he recorrido estas quebradas con el vuelo rasante de helicópteros”, sentenció.
Posteriormente se dirigió hacia la casa de la señora Leandra Ventura Vilca, quien en el año 2000 le brindó cobijo por cerca de un mes y convivió con los lugareños junto a su hermano Antauro Humala Tasso y el SO3 Amilcar Gómez.
