Israel ha empezado este lunes a cerrar uno de los capítulos más dolorosos de su breve historia. Lo ha hecho cuando Hamás ha completado este lunes la entrega de los últimos 20 rehenes israelíes que seguían con vida en la franja de Gaza, una liberación retransmitida en una pantalla gigante ante varios miles de personas en la plaza ahora rebautizada como de los rehenes, en el centro de Tel Aviv.
Esos israelíes han seguido, entre lágrimas de alegría y gritos de entusiasmo, las imágenes de un canje que se ha desarrollado en dos tandas. En la primera, poco después de las 7.00 (hora peninsular española), la milicia ha entregado en el norte de la Franja al Comité Internacional de la Cruz Roja a los primeros siete secuestrados, que ya se encuentran en territorio israelí. Los otros 13 cautivos han sido puestos en libertad unas tres horas después, en el sur del enclave, y la Cruz Roja ya los ha entregado al ejército israelí. A cambio, Israel pondrá en libertad a lo largo de la jornada a cerca de 2.000 presos palestinos.
También se espera la entrega de los cuerpos de los 28 rehenes israelíes muertos que siguen en Gaza, pero se desconoce si será simultánea o justo después del retorno de los vivos. Tampoco se sabe si todos han podido ser localizados. El duelo por esos cautivos muertos es lo único que en esta jornada está empañando la celebración por el retorno de los últimos secuestrados aún con vida.
Al mismo tiempo que los congregados estallaban en vítores al observar las imágenes que mostraban al convoy que transportaba a los siete primeros cautivos circulando ya por una carretera israelí, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegaba a Israel donde pronunció un discurso ante el Parlamento. También esa ciudad se ha engalanado en su honor instalando en los edificios grandes carteles con su imagen impresa sobre las banderas de Israel y Estados Unidos. Uno de ellos lo compara incluso con el rey Ciro el Grande, el fundador de la dinastía aqueménida en la antigua Persia, que liberó a los judíos de su cautiverio —en alusión a su papel en la liberación de los rehenes— al conquistar Babilonia y permitir su regreso a Jerusalén.
El presidente estadounidense, Donald Trump, consideró este lunes que tras el cese del conflicto entre Israel y Hamás hay una oportunidad para firmar un acuerdo de paz con Irán, pero pidió centrarse «primero en Rusia».
«Creo que tenemos una oportunidad. (…) Creo que será fácil, pero primero tenemos que resolver lo de Rusia. Tenemos que solucionar eso primero», indicó ante el Parlamento israelí (Knéset), el mismo día en que Hamás liberó a los veinte rehenes vivos que tenía bajo su control y en que se va a celebrar en Egipto una Cumbre de la Paz.
Trump hizo una mención explícita al programa nuclear iraní, que motivó que el pasado junio Estados Unidos bombardeara sus instalaciones y considerara que ha quedado desmantelado, aunque el propio Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y otros expertos han puesto en duda el alcance de los daños provocados.
«Alguien dijo: ‘Señor, están empezando de nuevo su programa nuclear’. Yo dije: ‘Déjeme decirle algo. No están empezando nada. Quieren sobrevivir. Lo último que quieren hacer es volver a cavar túneles en montañas que acaban de ser destruidas y empezar de nuevo. (…) Creo que tenemos una oportunidad», añadió.
El líder republicano sugirió que su enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, y Jared Kushner, su yerno y parte destacada del equipo mediador estadounidense en el caso del conflicto palestino-israelí, se ocupen también de ese otro frente, junto con el secretario de Estado, Marco Rubio, y el de Defensa, Pete Hegseth.
Trump mandó un mensaje directo a Teherán: «Estamos listos cuando ustedes lo estén. Será la mejor decisión que Irán haya tomado jamás.»
«Creo que eso será fácil – añadió-, pero primero tenemos que resolver lo de Rusia. Tenemos que encargarnos de eso primero. Si no te importa, Steve, enfoquémonos en Rusia primero», sostuvo en referencia a la guerra en Ucrania.
(Fuente: El País, CNN y RPP)











