Luego de reportarse intensas lluvias en la zona andina de la región, la noche de ayer un alarmante incremento del caudal del río Caplina que superó los 35 metros cúbicos por segundo, alertó a tacneños y movilizó a personal de Defensa Civil de los distritos por donde discurre este río.
Preocupante crecida de ríos movilizó a secretarías técnicas de distritos Calana, Pocollay y Gregorio Albarracín. Río Caplina alimenta a Arunta
Luego de reportarse desde diversos distritos de las zonas andinas de la región, intensas lluvias y desborde de ríos y registrarse en la ciudad de Tacna una copiosa llovizna ayer por la tarde, el Río Caplina amaneció hoy con un considerable incremento en su caudal que superó hasta los 35 metros cúbicos por segundo. Lo más preocupante es que este río alimenta al Arunta o Río Seco, que atraviesa el distrito Gregorio Albarracín, donde las defensas quedaron prácticamente destrozadas.
Fue el secretario técnico de Defensa civil de Pocollay, Julio Gil quien lanzó la alarma la noche de ayer al asegurar que a partir de las 20:00 horas un ingreso primero de 8 cubos de agua y luego 12 y 14 hasta llegar a 35 cubos por segundo, despertó la alarma de vecinos de Calana y Pocollay, que vieron cómo uno a uno los puentes por donde pasaba este río, fueron colapsando y dañando la infraestructura de defensa que protegían los cultivos ubicados en zonas aledañas al río Caplina.
Gil precisó también que el alero derecho de esta defensa quedó completamente dañado, al igual que los enrocados que colapsaron debido a la magnitud del río. Lo más delicado es que la bocatoma de Calientes que se dirige a la planta de tratamiento de la Empresa Prestadora de Servicios (EPS) –aseguró el secretario técnico- se encuentra completamente acolmatada y de persistir el desperfecto podría dejar sin servicio de agua potable a la ciudad.
Otro hecho preocupante es que este río alimenta al afluente Arunta o Seco que discurre por el distrito Gregorio Albarracín y que ya hace algunos meses ha producido el colapso total de los muros de contención, por lo que se hace necesario que las maquinarias inicien sus trabajos de refuerzo en zonas críticas hasta que baje el volumen del río.