«El señor nos está hablando a través de esta situación sobre todo para destacar que debemos ser mas solidarios», expresó el obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua.
(Foto: Radio Uno)
Una Navidad diferente. El Obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua destacó que estas fiestas están marcadas por una pandemia, pero “no hay mal que bien no venga”. “Tal vez lo que nos está dando este tiempo es lo que antes en esta vida frenética que llevábamos de corre y corre (no teníamos) ahora tenemos tiempo para reflexionar”.
“Qué duda cabe que esta desgracia pandémica nos ha cambiado la vida (…) no hemos tenido una Navidad ni un año como este tan particular y también tan lleno de restricciones como así tiene que ser”, pero -dijo- es la oportunidad para analizar el mensaje detrás de lo que venimos vivienda.
“En el tema de que me quiere decir como persona y sacerdote esta situación, en mi realidad personal digo que el señor me está hablando a través de esta situación sobre todo para destacar que debemos ser más solidarios”, comentó.
“Esta pandemia nos ha obligado a conocernos a compartir lo bueno y malo de las personas, también los defectos y virtudes y compartir las penas y alegrías. Antes cada quien tenía su propio horario y la casa se convertía en una casa dormitorio y ahora las cosas han cambiado y nos llevan a tener una mirada más allá de nosotros mismos”, mencionó.
Para el monseñor no hay duda de que “esta pandemia nos está llevando a una escuela de humanidad y hay que saber aprovecharla”.