La vida está regida por leyes universales que, si realmente comprendiéramos y las integramos a nuestra vida, entraríamos en un estado de mayor consciencia y evolución. Asimilarlas, y vivir acorde a ellas, supone una plena sintonía con la verdad del universo y supone colocarnos con los brazos abiertos a la propia vida.
LA LEY DEL ESPEJO:
Es una herramienta de autoconocimiento personal que me hará comprender cómo mi visión del mundo y mis relaciones cercanas no son más que un reflejo de mí mismo. A través de esta ley podré perdonarme muchos aspectos personales de los que quizás no era consciente, y empezar a cambiar el sufrimiento por la paz interior.
Además, sirve como herramienta de autodescubrimiento personal, a través de comprender cosas propias en la relación con el mundo y las personas que me rodean.
Me sitúa delante de un espejo para enfrentarme con mi mundo interior, que es, en definitiva, el que determina todo lo que me sucede en la vida.
“Lo que niegas, te somete y lo que aceptas, te transforma”.
CUATRO LEYES Y PERSPECTIVAS A TOMAR EN CUENTA PARA SU APLICACIÓN:
Existen dudas acerca de la ley del espejo, y muchas personas no ven con claridad cuál es el reflejo exterior. Esto es debido a que hay varios matices a tener en cuenta.
1.PRIMERA LEY:
Todo lo que me molesta, irrita, enoja, o quiero cambiar del otro, es lo que me molesta de mi o quiero cambiar en mi, ya que es una proyección de lo que no he resuelto en mi mismo.
Si me afecta en alguna manera, irritándome, enojándome, o me siento en la urgencia de querer cambiar al otro, activándose en mi una alerta que hasta me llega a estresar, es porque, de alguna forma, aunque sea inconsciente, veo un reflejo de mi.
Es la información que recibo en forma reactiva (enojándome, gritando, llorando, haciendo juicios hacia la otra parte).
Pero si lo hago de manera proactiva y utilizándola para mi crecimiento, puedo observar, tomar distancia y utilizar ese estímulo de una forma que eleve mi aprendizaje en autoobservación y en autoconocimiento, llevándome así, a utilizarla para mi mayor bien, para hacerme cargo de mi mismo y soltando así a la otra persona quien está en mi vida como maestro, sólo para mostrarme lo que hay por trabajar aún en mi.
2. SEGUNDA LEY:
Todo lo que el otro juzga, critica o quiere cambiar de mi, y a mi me hiere es porque lo tengo reprimido y necesito trabajarlo para mi propio crecimiento.
Es necesario saber que, el apego a los comportamientos que los demás demuestran hacia mi, es una de las mayores causas de mi sufrimiento.
No se trata de ignorar lo que sucede, o hacer “como que me resbala”, sino, que puedo observar qué parte de mi se siente impactada y por eso, la emoción se expresa como si me lastimara.
Es cierto que hay circunstancias y situaciones en que las demás personas intentan lastimarte a propósito, porque ellos mismos se sienten lastimados, es algo que aún no han trascendido, ni aprendido; sin embargo, yo soy quien tiene el poder de elegir el nivel de atención que le pondré, que finalmente, definirá la carga emocional que eso representará en mi vida.
El pesar y sufrimiento provocado por alguien externo a mi, es directamente proporcional a la carga de atención que yo le pongo. La carga de atención representa el poder interno que yo le cedo a esa situación.
Puedo “quedarme pegado a esa situación brindándole mucha de mi valiosa atención” y sufrirlo; o bien, escuchar y observar mi emocionalidad interior, como de afuera (observando como una tercera persona observa una obra de teatro) para ver qué puedo sacar para mi beneficio y crecimiento de lo acontecido. E incluso, reconocer que hay una parte mía que también tiene ese mismo comportamiento, y ahora se está evidenciando a través de la ley del espejo, que me lo muestra en forma de una situación concreta para que pueda verlo, sentirlo y decidir como me impactará y qué aprender.
3.TERCERA LEY:
Todo lo que me gusta del otro, es lo que reconozco en mi y lo que amo de mi mismo, o sea, también está dentro mío.
Muchas personas no pueden hablarse a sí mismas con palabras amables y amorosas, y mucho menos, mirarse fijamente al espejo.
Esta ley permite que aprecie la belleza, la bondad y todas las virtudes que puedo observar en los demás, y que es justamente lo que yo también tengo dentro. Porque nadie puede percibir, ver o dar lo que no tiene, por eso lo percibo, porque hay algo de eso en mi.
Como nuestra vida se trata de vivencias y experiencias, al ver las cualidades en otro ser, el espejo está reflejándome las mías. Desde esta perspectiva, es posible que elija quererme, tener más suavidad conmigo, y descubrir rasgos positivos quizás desconocidos en mi, y que se me muestran a través de los demás.
4.CUARTA LEY:
Todo lo que el otro juzga, critica, recrimina o quiere cambiar de mí, es su propia proyección y le pertenece a él.
Esta ley nos habla de la responsabilidad personal; sólo podemos hacernos cargo de nuestra parte, y no de lo que los otros hacen, piensan, sienten o dicen.
Sin embargo, si en alguna circunstancia lo que se manifieste en forma de crítica o un juicio hacia mi me duele o afecta, estaré en la segunda ley; y si no me afecta, le pertenece a la otra persona -esta cuarta ley-.
Suelto todo lo que no construye la realidad que me acerca a cómo quiero vivir, ser, sentir y hacer; cuanto más me desapego del resultado, tendré un mayor equilibrio interno.
Es necesario tener puesto mi enfoque en reducir al mínimo cualquier tipo de expectativa, sobre cómo deberían ser las cosas (según tu óptica, porque la realidad es que no podemos cambiar a nadie, solo podemos cambiar nosotros y también podemos cambiar la forma como miramos al otro, aceptándolo y respetando que es una persona distinta a mi, así sea mi padre o madre, cada quien ve la vida según sus filtros y según cuan despiertos o dormidos estén, además según su grado de consciencia y eso le pertenece a cada persona, aunque no nos parezca), puedo dedicarme a construir mi ser interno íntegro, fuerte, sólido y coherente.
Pensando para mi mayor bien.
Sintiendo para mi mayor bien.
Actuando para mi mayor bien.
En lo demás no tengo poder, ni depende de mi.
BENEFICIOS DE APLICAR LA LEY DEL ESPEJO EN MI VIDA:
1. Tendré un mayor autoconocimiento: sabré que habita en mi, y en mi entorno y dejaré de responder de manera reactiva ante las situaciones y las personas.
2. Estaré en constante autodescubrimiento: iré descubriendo áreas que habitan en mi psicología, las iré identificando y trabajando en lo que no conduce a mi paz.
3. Mi parte oscura saldrá a la luz: irán saliendo sombras o partes inconscientes, que se despiertan a través de lo que otras personas reflejan de mi.
4. Conseguir más paz interior: al no estar en juicio y guerra siempre, luchando contra mi mente y programaciones que toman la posición del “dios todopoderoso de la opinión propia y de los demás.”
5. Desarrollaré empatía: si comienzo a hacer un trabajo serio haciéndome cargo de mi, veré a las personas desde una nueva dimensión y entenderé que colaboran conmigo entregándome reflejos de lo que yo también soy, para que poder evolucionar en consciencia.
6. Humildad: estaré a la expectativa de recibir cada experiencia con humildad, entendiendo que aún quiero seguir trabajando en mi para ser un mejor ser.
7. Soltaré mi afán de ser la víctima: asumiré mi parte, ya que yo tengo el poder de hacerme cargo de lo que siento, de cómo pienso, de cómo actúo, entendiendo que yo soy quien otorgo el poder y el enfoque suficiente para verme afectado por mi mismo reflejo en el espejo de la vida.
8. Sabiduría y libertad: al estar en constante autoobservación y trabajando en el crecimiento de mi ser, estaré tomando partes de mi consciencia que fueron atrapadas por la densidad de mis sombras, aplicándoles la “luz del soltar”, lo cual me dará libertad, libertad que yo misma alcancé, al tomar la decisión de hacerme sabia a través de estudiarme a través del reflejo de todo lo que me rodea.
Tu poder ha sido revelado:
“EL REFLEJO DEL ESPEJO DE LA VIDA, SERÁ TU LUZ O TU SOMBRA.”
Te invito a mirar el video en el siguiente enlace:
