Pese a la insistencia de diversas organizaciones sociales de Tacna, el alcalde provincial Julio Medina señaló que no pedirá perdón por la movilización del 28 de agosto que realizó actos de afrenta contra el pabellón nacional.
“Si pido disculpas sería como reconocer que el municipio autorizó. En ningún momento he autorizado yo”, declaró a Radio Uno, al tiempo que negó haber emitido autorización alguna para dicha movilización por el centro de Tacna.
Como se recuerda, un grupo de personas traslado el 28 de agosto una bandera peruana por la calle San Martín hasta el Paseo Cívico, pasando incluso por encima de camionetas y manipulando el pabellón con un respeto mínimo. Sobre ello, organizaciones patrióticas exigieron al alcalde Julio Medina que pida disculpas públicas.
“Todos los peruanos necesitamos una reconciliación, un perdón de todos, derrotar esta pandemia y luego lograr la reactivación económica. Este evento creo que hay que pasarlo por alto. Ha habido un error. Posiblemente los ciudadanos emocionados han salido, pero ninguna autorización se ha girado para esto”, manifestó.
Otro cuestionamiento que se le hizo al alcalde Medina es el uso del ex palacio municipal para una manifestación política por parte del presidente Pedro Castillo, en pleno 28 de agosto.
“Personal de seguridad del presidente ha tocado la puerta y la persona que ha estado cuidando el exlocal ha abierto seguramente la puerta, porque se trata del primer mandatario y ahí hizo su balconazo. Tampoco había parlantes”, explicó.
Acerca del señalamiento del aprovechamiento político de la fiesta de reincorporación de Tacna al Perú, Medina prefirió guardar silencio debido a que espera que el Gobierno atienda algunos proyectos para la población local.
“Yo prefiero guardar silencio, porque no soy quién para decir tal o cual es el responsable. En este caso es un acto aislado (…) No es responsabilidad de la Municipalidad Provincial de Tacna. No soy quién para juzgar a la Policía Nacional”, dijo el alcalde al tiempo que subrayó que no busca la división de la población sino la unión del pueblo tacneño.
“Yo soy soldado. He servido en el cuartel Tarapacá, dispuesto a servir a mi patria. Inclusive pensé recuperar Arica y Tarapacá que injustamente nos han quitado nuestros hermanos chilenos”, respondió a la crítica que lo señalaba como antipatriota.
