Ricardo Rondinel desde Puerto Alegre-Brasil vía skype en comunicación con Radio Uno indico la situación actual del país carioca tras las movilizaciones registradas en dicho lugar. Según refirió el alza de los pasajes no serian la única razón sino que también se oponen a las altas sumas de dinero invertidas en la organización de la Copa Confederaciones y del Mundial, pues los manifestantes aseguran que mayores inversiones son necesarias en los sectores de educación y salud.
Ricardo Rondinel desde Brasil vía skype.
Varias semanas han pasado desde que se produjo la primera protesta contra el aumento del pasaje de autobús en Brasil. Lejos de apaciguarse, la ira entre los manifestantes ha conquistado nuevos seguidores y se ha aliado con otras causas.
El lunes, decenas de miles de personas salieron a las calles de distintas ciudades de Brasil para expresar su descontento con las autoridades.
Según indicó Rondinel las manifestaciones empezaron como una reacción al aumento del precio de autobús, metro y tren, dispuesto a inicios de junio, de 3 reales (US$1,40) a 3,20 (US$1,50). Pero a medida de que se desarrollaron las protestas, un nuevo incentivo surgió para que muchos brasileños salieran a las calles
De igual manera señaló que este lunes, en una marcha en Belo Horizonte que reunió cerca de 20 mil personas, la policía utilizó gases lacrimógenos y balas de goma para evitar que manifestantes se acercaran al estadio mundialista Mineirao.
En Porto Alegre también hubo enfrentamientos entre policías y manifestantes, con gases lacrimógenos y balas de goma lanzadas en el centro de la ciudad tras una marcha que congregó más de 10 mil personas.
Es así como al aumento del transporte público ahora se suma una gama de temas que han provocado descontento entre los brasileños. A las manifestaciones se han unido personas que se oponen a las altas sumas de dinero invertidas en la organización de la Copa Confederaciones y del Mundial.
Los altos costos de organizar la Copa Confederaciones de Fútbol (en plena celebración) y de la Copa de la FIFA 2014 son cuestionados, pues los manifestantes aseguran que mayores inversiones son necesarias en los sectores de la educación y la salud.
La presidente Dilma Rousseff, quien fue abucheada en la inauguración de la Copa de Confederaciones el sábado, dijo que las protestas son «legítimas» y que forman parte de la democracia.
