Maltrato. Francisco Sagasti fue impedido de ingresar al Congreso y entregar la banda presidencial. Un edecán del Legislativo lo abordó en la puerta y le pidió que le diera el símbolo de investidura.
Minutos antes, en lo que fue su última actividad oficial como jefe de Estado, Sagasti participó -junto a los ministros de su gestión- en la misa solemne y Te Deum en la Basílica Catedral de Lima por los 200 años de la Independencia del Perú.
Finalizada la actividad religiosa retornó a Palacio para luego dirigirse a pie al Congreso y dejar la banda presidencial a la siguiente gestión. Se creía que el escenario sería similar al ocurrido con Valentín Paniagua quien el 28 de julio de 2001 entregó la banda en el Congreso -con discurso incluido- al titular del Legislativo, Carlos Ferrero Costa.
Sin embargo, momentos antes, la presidenta del Congreso recibió una segunda banda presidencial la cual se colocó quedando así por unos minutos envestida como mandataria de la Nación.
Lo ocurrido desató la indignación en redes sociales. Incluso, el expresidente Ollanta Humala expresó solidaridad con Sagasti.