El obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, monseñor Marco Antonio Cortez Lara, mencionó que “ha sido un año muy conflictivo (…) con crisis muy profundas”.
Es por ello que manifestó su deseo de que “el 2022 sea el año del despegue, del resurgir y del retomar esa agenda común de todos los peruanos y peruanas en la que verdaderamente la reconciliación sea el hilo que nos conduzca a superar esta crisis”, manifestó.
Para la autoridad religiosa, dicha crisis, fue generada por una enquistada “ruptura entre esos dos momentos en donde los candidatos para el gobierno, para un servicio público, se presentan de una manera y cuando ya llegan son distintos.
“A mi entender esto ha generado una actitud de desconcierto y hasta casi casi de cinismo en el sentido de que ya sabemos lo que va a pasar y esto es terrible”, alegó.
Advirtió que “si no se gana la confianza con hechos y con obras” se evidencia “un infantilismo y analfabetismo político” pues “porque todo el mundo quiere llegar a como a de lugar a empeñones y romperle la boca al otro” cuando “todos no servimos para todo”. Y es así que, “el bien común que debería ser la máxima expresión de cualquier gobernante no se ve”, aseveró.
Los conflictos hasta ahora generados “han sido los fracasos y la responsabilidades compartidas en el que el país ha sido de alguna manera manipulado y utilizado y luego se han ido por otros lados ¿tendremos capacidad de cambio? ¿podemos cambiarlo? yo creo que sí”, auguró.
