El ccementerio general Presbítero Sebastián Ramón Sors de Tacna fue escenario de fluencia masiva de público durante los tres días de festividad de Todos los Santos y Día de los Difuntos. El administrador del recinto, Jorge Torres, confirmó que en total se recibió aproximadamente entre 40 mil y 50 mil personas.
Esta gran cantidad de visitantes acudió al cementerio a efectos de visitar a sus seres queridos, un hecho que se explica porque el cementerio «data de bastantes años» y es donde está enterrada la mayor cantidad de la población tacneña.
Uno de los desafíos operativos fueron los reclamos relacionados con las piletas y las largas colas. Al respecto, aclaró que la administración no llenó los pozos de agua en estricto cumplimiento de las disposiciones dictadas por la Dirección Regional de Salud y gracias a las campañas realizadas por la misma DIRESA al interior del cementerio, los visitantes han logrado comprender la razón detrás de esta medida.
A diferencia de años anteriores donde también había colas a pesar de que se llenaban los pozos, la administración está comprometida a mantener esta medida. Se ha comunicado a la colectividad que, a partir de este año, no se llenarán los pozos, una acción que se mantendrá en el futuro. La administración espera que los visitantes, al tomar conocimiento de lo sucedido este año, vengan más preparados para el próximo año, incluso trayendo sus «peponas de agua» desde sus casas.
A pesar de la masividad, el administrador destacó que, en comparación con años anteriores, se observó un mayor orden y una mayor conciencia por parte de los visitantes. Al tener conocimiento de que las puertas se cerraban a las 6 de la tarde, los asistentes comenzaron a salir voluntariamente.
Respecto a incidentes de preocupación, se dio el caso de una persona adulta mayor que se descompensó a causa de las elevadas temperaturas. La persona fue asistida inmediatamente con el apoyo de la carpa de Defensa Civil colocada en las afueras del cementerio, y también se contó con la participación de la ambulancia del SAMU.
En cuanto a la prohibición de ingreso de bebidas alcohólicas, la administración afirmó haber tratado «en lo posible» de no permitir su ingreso. Sin embargo, la propia infraestructura del cementerio—que cuenta con rejas y tres puertas de ingreso—dificultó el control. El administrador reconoció que no se pudo controlar esta restricción al 100%, siendo «lo más probable» que las bebidas alcohólicas hayan pasado por las rejas.











