Activistas de distintas regiones del Perú encabezan la primera reunión mundial centrada en la Recomendación General N.º 41 del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), encuentro internacional que se desarrolla este jueves 6 y viernes 7 en la capital. El evento busca recoger información y propuestas sobre la situación de las mujeres en el país, marcada por una profunda crisis social, política y de violencia de género.
Fedra Rodríguez de la Multisectorial de Mujeres de Tacna, una de las voceras participantes, explicó que la CEDAW —instancia de las Naciones Unidas— busca, a través de la Recomendación 41, orientar a los Estados en la eliminación de estereotipos de género, la promoción de la igualdad real y la transformación de patrones socioculturales que perpetúan la violencia. “El país no está avanzando en la lucha contra la discriminación y la violencia hacia las mujeres”, lamentó Rodríguez, al destacar que en lo que va del año se han registrado cerca de 7,000 denuncias por violencia sexual.
La activista también expresó preocupación por la situación política actual, recordando que las principales autoridades del Ejecutivo enfrentan cuestionamientos relacionados con denuncias de violencia. Asimismo, señaló el retroceso legislativo en temas clave, como la postergación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), considerada fundamental para la prevención.
La delegación de Tacna, integrada por representantes de colectivas, instituciones educativas y autoridades regionales, llevó a Lima un panorama alarmante. Entre febrero y agosto de este año, ocho mujeres fueron asesinadas, seis de esos casos tipificados como feminicidios. “La violencia ha sido de una brutalidad extrema, con víctimas que presentan hasta 20 puñaladas”, denunció Rodríguez.
Además, se reporta que cada fin de semana la multisectorial de mujeres de Tacna recibe nuevas denuncias de violencia sexual. En muchos casos, las autoridades locales se niegan a recibir las denuncias o los informes forenses no son suficientes para lograr la imputación de los agresores, lo que genera un clima de impunidad.
El enfoque busca trabajar directamente con adolescentes y jóvenes varones, identificados en su mayoría como los principales agresores. “La idea es cambiar patrones machistas y conductas de poder sobre el cuerpo de las mujeres”, explicó Rodríguez.
Los resultados de estas acciones serán visibles a largo plazo, pero las activistas insisten en que la prevención sostenida es la vía más efectiva para reducir la violencia estructural.
El evento, que se realiza en el Hotel Sheraton de Lima, cuenta con la participación de delegaciones de Cusco, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Ucayali, Huánuco, Piura, Lima, San Martín y Tacna, y contempla una sesión abierta al público programada para la tarde del viernes.











