Agradecen a San Pedro y San Pablo por los productos hidrobiológicos que son sustento diario para sus hogares, pero también este día les recuerda a los pescadores a nivel nacional el abandono del Estado.
Juan Moina desde la caleta de Vila Vila si bien expresó alegría al detallar las actividades programadas por el Día del Pescador, cambió rápidamente el tono de voz al ser consultado por las cinco millas, mencionando la Ley 31749 sin reglamentar pese a que esta protege esta franja costera de la depredación de embarcaciones industriales que a su paso destruyen frutos marinos.
«Como pescadores artesanales vivimos de la pesca y lo trabajamos de manera selectiva, es importante hacer recordar que hay una ley 31749 que el 20 de mayo de 2023 fue aprobado en el Congreso y han dado plazo de 60 días para reglamentación y estamos a junio de 2024 y lamentablemente no tenemos respuesta», expresó a Radio Uno este sábado 29.
Del igual opinión es Arturo Bueno, dirigente en Vila Vila, quien además destacó que desde hace 24 años «el pueblo está abandonado», exigiendo desde el 2000 agua, capitanía de puerto, nuevo desembarcadero artesanal ante presencia de embarcaciones del norte y seguridad por presencia de extranjeros como venezolanos y colombianos, «pero cae en saco roto». Para él, la culpa la tenemos todos por elegir malas autoridades.
Mencionar, que más de un año después de publicada la Ley 31749, que reconoce la pesca tradicional ancestral y la pesca tradicional artesanal e impulsa su preservación dentro de las 5 millas, el Ministerio de la Producción (Produce) estaría ad portas de publicar un reglamento parcial que avala “nuevas ventanas de penetración en favor de embarcaciones pseudo-artesanales” que destruyen la franja costera con redes de cerco mecanizadas, según gremios del sector.
Sin embargo, cinco días atrás el director general de Políticas y Análisis Regulatorio de Pesca y Acuicultura, Ricardo Herbozo, le había revelado a la congresista Janet Rivas que la publicación sería solo parcial, pues los cambios a los artículos 20 y 33, referidos a la capacidad de bodega, se darían recién en noviembre. Los hombres de mar consideran esto un “doble discurso” y alistan una marcha nacional.
