Múnich fue testigo de una noche histórica para el fútbol portugués. En un encuentro cargado de emoción que se extendió hasta la tanda de penales, Portugal derrotó a España y se alzó con su segundo título de la Nations League, reafirmando su hegemonía en este joven torneo. Esta victoria tuvo un sabor especial, marcando la que probablemente sea la última participación de la leyenda Cristiano Ronaldo en esta competición.
El partido, que comenzó con el pitido inicial resonando en el Allianz Arena, fue un fiel reflejo de la intensidad de una final. Ambos equipos mostraron su calidad desde los primeros minutos, buscando el control del balón y las oportunidades de gol. El primer tiro de esquina del encuentro fue para Portugal, seguido de cerca por uno de España, dejando claro que nadie regalaría un centímetro. La tensión se incrementó con una falta de Le Normand sobre Cristiano, que culminó en un tiro libre peligroso para los lusos.
El marcador se abrió en el minuto 21, cuando Zubimendi adelantó a España, desatando la euforia en la afición ibérica. Sin embargo, la reacción de Portugal no se hizo esperar, y Nuno Mendes igualó el encuentro en el minuto 26, devolviendo la paridad. El ritmo del partido fue frenético, con acciones de peligro en ambas porterías. Mikel Oyarzabal puso de nuevo a España por delante en el minuto 44, cerrando el primer tiempo con una ventaja de 2-1 para la Roja.
El segundo tiempo comenzó con un Portugal decidido a revertir el resultado. Aunque un gol de Bruno Fernandes fue anulado por fuera de juego, la insistencia lusa encontró su recompensa en el minuto 60, cuando un incansable Cristiano Ronaldo marcó el 2-2, encendiendo la esperanza y la pasión en el campo. Los últimos minutos del tiempo reglamentario vieron a ambos equipos realizar cambios estratégicos para buscar el gol de la victoria, pero a pesar de los intentos de jugadores como Isco y Lamine Yamal, el empate persistió, llevando el encuentro a la prórroga.
Los dos tiempos suplementarios fueron un verdadero pulso de resistencia y táctica. A pesar del esfuerzo físico y las oportunidades generadas, el gol no llegó para ninguno de los equipos, manteniendo la igualdad en el marcador y empujando la emocionante final a la definición desde los doce pasos.
En la decisiva tanda de penales, la sangre fría portuguesa fue determinante. Ramos, Vitinha, Bruno Fernandes, Nuno Mendes y Neves convirtieron con precisión sus disparos, ejecutando una tanda perfecta que puso una inmensa presión sobre España. Por su parte, Merino, Baena e Isco lograron anotar para el conjunto español, pero el guardameta Diogo Costa se erigió como el héroe de la noche al detener el disparo de Álvaro Morata, sellando así el triunfo de Portugal.
Con una impecable victoria de 5-3 en la tanda de penales, Portugal se corona campeón de la UEFA Nations League, sumando un nuevo trofeo a sus vitrinas. Esta victoria es aún más significativa al ser la última participación de Cristiano Ronaldo en este torneo, cerrando un ciclo con un título más que engrosa su ya legendaria carrera. La noche de Múnich quedará grabada como el escenario de un nuevo hito para la selección lusa y una despedida exitosa para su icónico capitán en la Nations League.
