Las nobles aspiraciones del pueblo peruano: “búsqueda permanente del bien común, integración nacional, disminución de brechas sociales, desaparición progresiva de relaciones económicas asimétricas y respeto por la libre iniciativa, están en grave peligro”.
Bajo la tutela del actual Gobierno, se deshace la posibilidad de una patria mejor. ¡La crisis gubernamental es ya irremediable! La organización actual del Poder Ejecutivo no ofrece soluciones convincentes, favorece el “reinado de las mediocridades” y pretende; con pésimas maniobras intelectuales, persuadirnos de que estamos determinados exclusivamente por las condiciones externas, por tanto, bajo este argumento; el Gobierno quedaría libre de responsabilidad. Estas definiciones políticas dadas con relativa frecuencia por el presidente del consejo de ministros, perfilan el carácter del Gobierno: ¡son inequívocamente, pusilánimes!
El optimista que aun abriga la ingenua idea de que este Gobierno de inspiración socialista, transformará los cimientos del Estado peruano, deberá fijar nuevas posiciones ya que bien sabemos que los fundamentos de la actual administración, traerán todo; menos concordia interior.
El uso irregular del erario público, el mal posicionamiento estratégico en política exterior para atraer necesarias inversiones, las ineficaces apariciones en medios masivos de información y los relevos indefinidos de ministros que deshonran la dignidad del cargo ministerial, son claras muestras de que estamos en presencia de un gobierno enteramente incompetente. Y esa amplia mayoría popular que otorgó en las elecciones su confianza, es la misma mayoría popular la que hoy reclama con justas motivaciones ya que se ve inmersa en medio de una desilusión colectiva.
