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El RETO DEL MUSEO DE FRONTERA POST COVID: REFLEXIONES EN EL MARCO DEL DÍA INTERNACIONAL DEL MUSEO (18 de mayo)

Jesús Gordillo Begazo

Si bien es cierto, las fronteras en el devenir de los tiempos han sufrido cambios por motivos políticos, sociales y económicos, estableciendo límites territoriales internos y externos, estos territorios cuentan con historias y procesos sociales que, a pesar de sus delimitaciones físicas, no se han apartado de sus relaciones e interacciones históricas.

Uno de los espacios, en donde podemos observar, aprender y reflexionar sobre este complejo “tejido histórico”, son los museos que se ubican en los territorios fronterizos; de este lado y del otro lado. Se les conoce comúnmente como museos de frontera.

La región de Tacna, se ubica en el extremo sur peruano que tiene como vecinos limítrofes a los países de Chile y Bolivia, y muy cercano a la zona del noroeste argentino. Históricamente, la arqueología ha develado la estrecha relación histórico cultural de este territorio desde épocas muy remotas, que en los tiempos de la Colonia y de la República, a pesar que se movieron sus límites, la sensibilidad de esa tradición se supo mantener en el tiempo.

En la región de Tacna la lectura de esos componentes históricos la observamos en sus distintos museos (Museo arqueológico de Sitio de PEAÑAS, Casa Museo de Zela, Museo Ferroviario, Museo Histórico Regional, Museo en homenaje a los defensores de la Batalla del Alto de la Alianza y la Casa Museo y Sala de la Reincorporación de la Casa de la Jurídica), que pese a que no están debidamente implementados proyectan una valiosa información sobre nuestra historia.

La ubicación fronteriza de estos museos los lleva a cumplir funciones que van más allá de lo habitual (exposición, conservación, educación, investigación y extensión); los obliga, a asumir roles más significativos como espacios y/o instituciones como: 1) Rol de fortalecimiento de la identidad regional; 2) Rol de fortalecimiento de la identidad de nación y 3) Rol de integración y acercamiento con los países del otro lado de las fronteras. En ese contexto, nos preguntamos: ¿Han estado nuestros museos, en los tiempos pre covid cumpliendo estos roles? ¿Están preparados los museos de frontera de nuestra región para afrontar los desafíos de los tiempos post covid? ¿Cómo y bajo qué herramientas y tecnologías podrían implementar su rol como espacios para la enseñanza y el aprendizaje de la historia regional y nacional? ¿Sus tradicionales y convencionales presentaciones museográficas, son las adecuadas para los tiempos y las exigencias que se implementarán en el post covid?

Sin duda, son interrogantes sobre las cuales tenemos que reflexionar y diseñar nuevas políticas museísticas coordinadas desde la Dirección Nacional de Museos.

El año 2005, el reconocido semiólogo Umberto Eco publicó un breve ensayo con el nombre de “El Museo en el Tercer Milenio”. Hablaba sobre la contextualidad y el camino para llegar al objeto objetivo presentado en un museo. Para Humberto Eco, “Su ideal de museo, sería aquel que sirviese para entender y disfrutar un único objeto cultural. Hablaba (citando a José Alejandro Adamuz) de, por ejemplo, un museo dedicado a La Primavera de Botticelli. Ese museo ideal debía procurar todo el contexto histórico y artístico de la obra. Sala a sala: la Florencia de la época, la cultura humanística, las obras que precedieron a la de Botticelli, las propias obras de Botticelli anteriores a La Primavera, la música de la época, las voces de los poetas y filósofos de entonces… Y así todo un completo y detallado recorrido para llegar finalmente a la sala donde estaría la obra colgada, y entonces sí, ser capaces de entenderla y sentirla como se merece ¿Y parecía fácil verdad?

¿Para hacer realidad este ideal de Humberto Eco, es suficiente que el foco en los museos siga centrado en las colecciones o en los materiales culturales? José Alejandro Adamuz, en el mes de noviembre de 2019 (pre pandemia) publicó una interesante reflexión sobre el futuro de los museos, bajo el título de ¿cómo serán los museos en 20 años?, que fuera luego actualizada en febrero del 2020 (pre pandemia).

Nunca los museos -nos dice José Alejandro Adamuz- tuvieron que competir con tantas otras estructuras de conocimiento como en la actualidad, como tampoco se las tuvieron que ver nunca con un contexto de saturación de información como el actual. ¿Significa eso que hay que anunciar su muerte? De ninguna manera. Los retos de, los museos están en pleno proceso de cambio. Tal vez más que ninguna otra institución cultural. ¿Qué les deparará el futuro a los museos?”; ¿cómo será la experiencia en los museos del futuro? Al parecer, la clave en la vida de los museos será que la atención o el foco de concentración ya no serán las colecciones sino la experiencia y la interacción entre los objetos museológicos y el público. Umberto Eco, soñó con un museo ideal proyectado en esa experiencia. Entonces, ¿será el que veremos los próximos años?” ¿Será el reto de los museos post covid?

Adamuz, nos dice que los museos del futuro tienen que ser “integradores sociales, es decir, que alcancen para todos y que no se conviertan en barreras sociales con costos altos”. Más allá del costo que significa tener acceso a los museos, éstos, siempre serán visitados y formarán parte de programas y proyectos educativos y culturales; es decir, continuarán con su carácter de espacios sociales. El futuro ya exige a los museos un rol más acorde a los avances de la tecnología en donde las posibilidades de los debates y participación sean más esenciales y que sus espacios sean aulas de discusión, confrontación y de aprendizajes sociales y culturales para una acertada convivencia social. Sólo así, precisa Adamuz, se logrará la integración real entre la diversidad de la audiencia (público) y el museo.

La virtualidad, hoy en día ya es una realidad en la vida de los museos, que definitivamente ayudará en su rol socializador. Permitirá, de otro lado, establecer una relación remota con el público desde la comodidad de sus espacios de residencia y/o de trabajo. En el mundo, ya existen museos que han ingresado a este desafío abierto y socializador, que servirá a la vez para promover y estimular la interacción presencial con las colecciones museológicas y la combinación de ambas experiencias. Será esa la tarea, que nuestro país y nuestra región deberían implementar de cara a los tiempos post covid. Ese, creo debe ser el reto de cara al futuro.

Tacna, 17 de mayo 2021